Destacan su riqueza histórica, el sentido de identidad y pertenencia de sus pobladores y la identificación con la principal actividad económica de la zona: las canteras y la producción de ladrillos.
En el marco del programa La Comarca Batan-Chapadmalal: Realidad Productiva y Ambiental Como Base de la Construcción de su Identidad y del Desarrollo Local, un grupo interdisciplinario trabaja en la zona con distintos proyectos tendientes a lograr una mejora en el Pueblo de Chapadmalal.
Ese sector, que supo comenzar a formarse lentamente alrededor de la vieja estación de trenes de Chapadmalal, hoy tiene más de 5.000 habitantes y una identidad propia que quiere profundizarse y valorarse. En ese contexto, y teniendo en cuenta el gran sentido de pertenencia, se consideran un pueblo y no un barrio de General Pueyrredon. Y teniendo en cuenta que, entre las actividades económicas de la zona, las canteras y los hornos de ladrillos son predominantes, buscan asentar la identidad desde la minería.
El director del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario, doctor Luis del Río, junto con el licenciado Facundo Alvarez, responsable del Centro de Extensión Batán de la UNMdP y el presidente de la Sociedad de Fomento de Estación Chapadmalal, Carlos Coronel, dieron detalles del proyecto.
“Desde el centro de Extensión Universitaria estamos realizando un programa con distintas instituciones de la zona, como la sociedad de fomento, algunos colegios, la Delegación Municipal, la Cantera Yaravi para desarrollar la identidad y creemos que es el pueblo minero de Mar del Plata”, explicó Del Río, ejemplificando que “los lobos marinos salieron de las canteras de Chapadmalal, la roca que se trae de allí es emblemática, hay artículos internacionales que lo plantean en catálogos”. Aunque consideró que plantearlo solo en esos términos “sería frío”, por lo que apuntan a “una comunidad que se ha desarrollado desde hace décadas”.
En la historia del pueblo, el hito es la fundacional es 1910, cuando llega por primera vez el ferrocarril.
Si bien la zona no es tan conocida o desarrollada desde el punto de vista turístico, “tiene una historia muy rica de trabajo, muy honorable en términos de producción y buena parte de la ciudad de Mar del Plata y la misma Batán han prosperado gracias a lo que se ha producido en Chapadmalal”.
Por eso, en el marco del trabajo multidisciplinario, el trabajo es para que se lo declare formalmente como “Pueblo Minero” dada la “identidad muy desarrollada” que tienen los pobladores, como capital para ,”exhibirla, ponerla en valor, en conocimiento”.
En ese contexto el armado de un proyecto para nombrar a las calles de la zona, es uno de los que está en curso.
“Para nosotros no es un barrio, es un pueblo. Los barrios tienen otra connotación. Este es un lugar que tiene su propia identidad con las canteras, el ladrillo, y de cada cosa la comunidad sostiene lo que tiene”, valoró Coronel, quién indicó que las instituciones presentes son fuertes -como el Club Social y Deportivo que alberga a 350 chicos con ayuda de las empresas de la zona-.
En ese sentido el referente barrial contó que “Chapadmalal no quiere ser ni Mar del Plata ni Batan. Quiere ser Chapadmalal” y que eso ha llevado a confusiones. “Cuando lo planteamos así, creen que no necesitamos nada. Pero queremos ser Chapadmalal con mayúsculas, con espacios lindos y verdes, con asfalto, con una sala de salud como se debe, con el colegio en condiciones. Y no una escuela a estrenar, cerrada”.
Al respecto el vecinalista indicó que parte de la puesta en valor de la identidad, tiene que ver con “ordenar lo que pasa”. “Chapadmalal está muy abandonado desde hace mucho tiempo. El pueblo pasa de los 5.000 habitantes, aumentan las problemáticas y las necesidades también. Es un pueblo de personas de trabajo y humildes, sin grandes problemas de inseguridad y que se puede aprovechar turísticamente”.
De todas formas reconocen problemas, como la falta de cloacas y servicios de saneamiento que generan proliferación de roedores, la falta de espacio en la escuela, la falta de recursos de la Salita de Primeros Auxilios, son cuestiones a resolver. Pero Calderón aseguró que “tenemos que hacer cosas con lo que tenemos, las instituciones que hay son las que tienen que tener las actividades, como el club, la sede de la Sociedad de Fomento, la Capilla. Se aprovecha la infraestructura del pueblo más allá de creencias religiosas o cuestiones políticas” apuntó.
Por su parte el licenciado Alvarez destacó el rol de la Universidad, a través del Centro de extensión Batan, como así también “la coordinación y compromiso asumido desde todos, actuando en conjunto para hacer algo significativo”.
El centro es una unidad territorial de la Universidad, que intenta generar nexos entre la comunidad y todas las unidades académicas a las que se convoca, dependiendo de los intereses y necesidades de cada sector, para participar en distintos tipos de proyectos.
“En el caso de Geología, hace tiempo que el grupo viene investigando, haciendo proyectos, y en este caso, el centro intenta dar respaldo, algo de estructura a una relación que venía funcionando y hacia la comunidad, es tener presencia estatal, sentir en el territorio lo que realmente necesita la comunidad e involucrarla con la comunidad universitaria para investigar, colaborar, resolver”, definió.